Psic. Mercedes Viera Azpiroz
Psic. Rosario Valdés Strauch
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Se adelantó la cigüeña
Cuando el niño nace antes de las 37 semanas se le llama “prematuro o pretérmino”. Cuando llega un hijo prematuro, se vive una situación estresante inesperada y el bebé es muy distinto al imaginado. En el primer momento, puedes sentirte agotada y confundida. Por lo general es el papá quien verá primero a tu bebé internado en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales, UCIN, y será quién, luego, te acompañe a ti. Seguramente tu bebé se encuentre en una incubadora, rodeado de sondas y monitores que ni siquiera sepan cómo y para qué funcionan. Escucharás alarmas y conversaciones entre los integrantes del equipo de salud.
Los primeros días son los más difíciles: el bebé deberá adaptarse a vivir fuera del útero, para lo cual no está preparado, y los papás no comprenden por qué se adelantó el parto. Es habitual que las mamás se sientan culpables de haber hecho algo que causara el parto prematuro. Como padres, pueden sentirse inseguros, muy solos o que están molestando –piensan que no pueden hacer nada que le ayude a recuperarse- y luego comprenderán que esto no es así.
En esta primera etapa, tendrán que enfrentarse a distintos problemas:
• La separación (por la internación)
• La estadía en la Unidad de Cuidados Intensivos
• El proceso del alta
Lo que sintieron otros padres
"No comprendemos cómo y porqué se adelantó el parto, en qué nos equivocamos para que esto pasara."
"La llegada de un hijo diferente al que nos imaginábamos, muy pequeño y frágil, que nada se parece al bebé de las publicidades, nos hace sentir muy inseguros y solos."
"No entendemos cómo funcionan todos esos aparatos dentro de la Neo."
"No sabemos cómo relacionarnos con el bebé. Sentimos que estorbamos y nada podemos hacer para ayudarlo."
(Asociación de padres de prematuros de Argentina, APAPREM)
Fuente: Clínica MESEs