Psic. Mercedes Viera Azpiroz
Psic. Rosario Valdés Strauch
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“El dolor compartido, disminuye.”
Si alguien en tu familia o un amigo, ha tenido un bebé que ha muerto, aquí hay un poco de información que te ayudará a apoyar a la familia (incluyendo a los hermanos) de una manera significativa.
Fuente: Clínica MESEs
Cuando un bebé muere, muchas familias afligidas miran a los abuelos del bebé, a otros miembros cercanos de la familia, a amigos y profesionales (incluyendo clérigos, consejeros, enfermeros y otros proveedores de la salud) para apoyo. Pero, porque están en situación de estrés, a menudo los padres no encuentran las palabras que expresen el tipo de apoyo que necesitan.
“Mi madre no quiere hablar de ello y yo no voy a presionarla. Ella sólo quiere saber que yo estoy sintiéndome mejor y me está yendo bien”.
Como una persona cercana a los padres, puedes:
• Sentirte indefenso
• Sentirte amenazado y vulnerable
• Sentirte estafado (de la alegría de un niño tan esperado)
• Sentir un doble dolor por la pérdida de un nieto y el dolor de tu hijo
• Querer evitar hacer frente a la pérdida
• Desear que los padres escondan su dolor
“Una de mis hermanas me llamó y me dejó hablar de todo ello. Me hizo sentir muy bien hablar de toda la experiencia”.
Estos sentimientos son naturales. Acá hay maneras que puedes cambiar estos sentimientos en confort y apoyo para la familia.
“Tengo muchos buenos amigos y gente con quien trabajo. Han sido muy buenos ayudandome a manejarlo, a contarle a la gente por mi.”
“No sé cómo ofrecer apoyo”.
Muchas personas se sienten así. Algunas veces, el apoyo de los amigos puede ser más confortante que el de la familia que está manejando su propio dolor. Pero tu puedes ser de confort para la familia si tu:
• Estás disponible y escuchas
• Preguntas que tareas la familia precisa que hagas, como cocinar, limpiar la casa, hacer mandados, mirar a los otros niños
• Realizar cosas pequeñas tales como traer pizza, llevarse a los niños por unas horas, traer algunos mandados
• Reconocer que el bebé existió y aceptar y compartir el dolor con los padres. Enviar flores si sientes que eso es apropiado
• Compartir con otros acerca de esta pérdida de los padres así ellos no tienen que repetir la historia
• Recordar especialmente fechas importantes que son especialmente difíciles como el aniversario del bebé, la fecha probable de parto, las vacaciones familiares
• Ser sensible a los sentimientos encontrados de estos padres acerca de tu propio embarazo o del de otra amiga. Puede resultar muy difícil para la familia ver a una amiga que está embarazada o que su bebé nacerá en la misma fecha que su bebé que han perdido.
• Sea paciente, las personas duelan diferente (los hombres a menudo lo hacen en una forma más solitaria), no hay una manera estandard de hacerlo, ni un tiempo estandarizado. Los padres nunca se habrán sobrepuesto del todo, aunque, eventualmente, incorporarán la pérdida a su experiencia de vida.
• Ofrézcales de cuidar las cosas del bebé hasta que ellos estén preparados para hacerlo
• Ofrézcales devolver la ropa maternal u otras cosas que puedan resultar demasiado difícil de ver
• Ofrezca su ayuda para hacer memoria del bebé
Como abuelos del bebé que murió, no sólo están manejando el dolor que su hijo está experimentando sino que también están viviendo su propia pérdida, sentimientos de ira y de haber sido estafado en la alegría de un nieto tan esperado. Los abuelos a menudo se sienten inútiles porque no pueden erradicar el sufrimiento de sus hijos.
Algunas veces los abuelos no saben cómo ofrecer apoyo. Encuentran la situación demasiado dolorosa para escuchar. Pero pueden preguntar qué pueden hacer para ser de ayuda.
Hagan lo que puedan. Intenten comprender que no pueden sacar el dolor de la familia, pero sí pueden admitir que el bebé fue parte de la familia, aún por un breve período de tiempo, y permítanles angustiarse a su manera.
Los padres quieren hablar de su bebé porque les reafirma su existencia (la del bebé). Mientras es muy difícil encontrar las palabras que puedan ayudar a la familia, siempre es confortante decirles: “lamento mucho tu pérdida” o admitir “no sé qué decir”. Permitirle a una familia que sepa “estoy acá para ustedes” o “Estoy rezando por ustedes” también es de ayuda. Aún las lágrimas reconfortan. No hagan comentarios del tipo: “ya se te pasará con el tiempo” o “ya vas a poder tener otro bebé”. No interesa que puedan haber otros niños o que puedan volver a probar. Los padres necesitan duelar por su pérdida. Trate de ser sensible a su profunda pérdida y al hecho de que, aunque el tiempo pueda mitigar su pena, nunca se les pasará.
Al estar ahí para todos los miembros de la familia, escucharlos, y ofrecerles el tipo de ayuda que pueda, los estará ayudando a sobrepasar un momento muy difícil.