Psic. Mercedes Viera Azpiroz
Psic. Rosario Valdés Strauch
Ingresa aquí el tema de tu interés.
Escribinos.
Sabemos cómo ayudarte.
Los padres son los primeros maestros del bebé. Y también sus primeros compañeros de juegos. Por eso, si quieres que tu hijo se desarrolle feliz en todo su potencial, deberás nutrirlo con estímulos de todo tipo. Ten en cuenta que su sistema nervioso está todavía incompleto, por eso, todo lo que toca, ve, escucha y siente es clave para su crecimiento intelectual y emocional. Mediante la interacción y el juego podrás fomentarle la imaginación y la curiosidad sobre el mundo que le rodea. Apóyalo con elogios y aliento en su proceso de incorporar nuevas habilidades y descubrir paulatinamente el mundo, permitiendo siempre que marche a su propio ritmo.
Con el nacimiento, el niño inicia un camino de descubrimiento del universo que lo rodea y de sí mismo. Y aunque nace preparado para aprender, igualmente necesita de ti, de su padre y sus cuidadores, para transitar un camino de aprendizajes que lo conducirá a una mayor autonomía. En la medida en que tengas presente que cada bebé se desarrolla a su paso, es mucho lo que puedes hacer para promover el desarrollo de tu hijo. No es necesario contar con juguetes didácticos costosos ni aparatos de última tecnología para que tu bebé crezca sano e inteligente. Es muchísimo lo que puedes hacer desde las situaciones más cotidianas para que tu bebé ejercite el cuerpo y la mente. Él tiene que desarrollar la capacidad del equilibrio frente a los estímulos internos y del entorno. Por eso irá adquiriendo paulatinamente más recursos para explorar y afrontar activamente el mundo. Acompaña y ayuda a tu hijo en este proceso de autorregulación tan esencial para su vida.
Su mente: Poco a poco, comenzará a comprender las señales emocionales y a responder. Nútrelo cada vez con más estímulos, pero siempre atenta a su capacidad de tolerar niveles de mayor estimulación. Estas interacciones habilitan a las células del cerebro a reclutarse para distintas funciones. A través de estos caminos, el desarrollo cerebral comienza a afectar la regulación del sistema nervioso autónomo y del sistema endócrino.
Su cuerpo: Tu bebé irá controlando su cuerpo en etapas; comenzará por la cabeza, luego los brazos, seguirá con el tronco y finalmente con las piernas. Al principio, apenas podrá levantar su cabecita. Después de unas semanas, estando boca abajo será capaz de levantar no sólo la cabeza sino también el pecho. Este es un importante logro si tenemos en cuenta que el niño recién podrá sentarse por sí mismo cuando logre el control sobre su cabeza y tronco. En esta etapa hay que tener especial cuidado con su espalda —débil aún— y su cabeza, que requieren todavía del apoyo necesario.
Ten presente también:
• Si vistes a tu bebé con ropa cómoda (no ajustada), le será más fácil moverse con todo su cuerpo. Esto a su vez contribuirá a que poco a poco descubra su ambiente y fortalezca los músculos.
• Los bebés necesitan tranquilidad y regularidad. Es necesario que encuentres el ritmo ordenado que mejor se adapte a tu hijo.
• Evita siempre los movimientos bruscos, rápidos o nerviosos. El bebé se relaja solamente si tú estás relajada y bien dispuesta.
• Cada bebé es un ser individual, que crece y se desarrolla a su propio ritmo y en su propio estilo. El desarrollo no es una carrera ni una competencia.
• El estímulo de los sonidos es también muy importante, por eso háblale todo lo que puedas, cambiando el tono. Ponle música de diferentes ritmos. Y evita los sonidos muy fuertes.
FUENTE: Bienvenido bebé | UNICEF