Psic. Mercedes Viera Azpiroz
Psic. Rosario Valdés Strauch
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El crecimiento del recién nacido, lactante y niño se controla mediante gráficas de crecimiento que aparecen incluidas en el carné de salud del niño. Periódicamente, el médico medirá el peso corporal, la talla y el perímetro de la cabeza del bebé, y las tablas permitirán evaluar el crecimiento del pequeño en función de su edad y de la repercusión de factores ambientales, entre otros.
Apenas nace, en el carné de salud del niño se registran los valores de peso, perímetro craneano y talla del bebé y, a partir de ahí, en cada control se irá visualizando la curva de crecimiento conforme se agregan los nuevos valores. (Se registran los puntos correspondientes al cruce de los valores de peso y edad y se unen luego por una línea a los valores obtenidos en los controles anteriores).
Esta forma de registro de datos, si se hace en la frecuencia adecuada, te permitirá conocer la tendencia de crecimiento de tu hijo a lo largo del tiempo, comparando cada nuevo valor con las medidas previas. Además, el carné tiene una gráfica chica peso‑ talla que permite ver esa relación Si la tendencia de ambas curvas —peso y talla— son ascendentes (parte pintada en verde), se confirma el crecimiento adecuado de tu niño. Si la tendencia de una o ambas curvas es horizontal, estarás frente a una señal que obligará a una interpretación y diagnóstico médico de la situación. Si la tendencia de la curva de peso es descendente, el pediatra te informará las medidas a tomar.
FUENTE: Bienvenido bebé | UNICEF
Guardar o llevar registro sobre el crecimiento del bebé es fundamental. El médico debe hacerlo por escrito e incluir los exámenes que se hacen periódicamente. Una idea conveniente es que copies en un cuaderno propio la información relevante que el pediatra señale en los controles: mediciones (peso y estatura), vacunas, enfermedades (si las tuvo), etc. No olvides que la información les ayudará -al pediatra y a ti- a seguir con más cuidado el proceso de desarrollo y crecimiento del bebé.
El Ministerio de Salud Pública entrega a las madres, en todo el país y en forma obligatoria (maternidades públicas, mutuales o privadas), el CARNÉ DE SALUD DEL NIÑO, cuando éste nace. El carné, similar para todos los niños del Uruguay, incluye los datos del recién nacido, su domicilio y el servicio de salud donde se controla. Es un documento del niño y su familia.
El carné es fundamental en los primeros meses de vida, porque contiene datos e información relevante para el cuidado de tu hijo. Siempre tiene que estar en tu poder: debes guardarlo luego de los controles y llevarlo contigo en caso de internación o consulta.
Los registros sobre el crecimiento y el desarrollo del niño los debe hacer por escrito la institución responsable (según el formato de HISTORIA CLÍNICA de cada institución), e incluyen los registros médicos, las internaciones y los exámenes; todo esto como respaldo de la evolución del niño. La historia clínica es responsabilidad de la institución de salud y se toma en cuenta en las consultas, controles e internaciones.
No existen medidas únicas e ideales para todos los niños. Aunque hay rangos de medidas a tener en cuenta, el peso y la altura varían entre lo que se llaman percentiles y o desvíos estándar. Los percentiles 10 y 90 son valores que representan el riesgo de que pueda existir algún problema, para una población determinada de la población. Para valorar el crecimiento se considera una amplia variación de peso como concepto de normalidad en un control aislado, pero importa también la velocidad de crecimiento que es interpretada por el pediatra en función de un rango amplio de normalidad.
Es importante ver los valores en el contexto de vida del niño, de su evolución, su alimentación y las enfermedades que tuvo o tiene. El significado de los percentiles implica tomar el 100% de la población para esa determinada edad. En el caso del percentil 90, sólo un 10% de los niños sigue una evolución por encima de lo que representa dicho percentil. Por otro lado, en el caso del percentil 10, el 90% de los niños, es decir, la mayoría sigue una evolución por encima de dicho percentil.
En el recién nacido y en los niños de hasta 6 años, como figura en el gráfico peso‑edad del carné del niño, se usa el “punto de corte” en los percentiles 10 y 90, como límites para clasificar su crecimiento. Si tu hijo no se encuentra en esos valores, el pediatra te explicará qué medidas tomar.