Psic. Mercedes Viera Azpiroz
Psic. Rosario Valdés Strauch
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Ser madre y trabajar al mismo tiempo no es fácil, y si acabas de tener tu primer hijo, menos fácil aún. La adaptación a la nueva situación te exigirá tiempo y esfuerzo. Puede ocurrir, incluso, que te sientas culpable por tener que delegar la función del cuidado del bebé en otra persona. Las separaciones cuestan. Por eso, a la hora de volver a trabajar, es conveniente que dejes a tu hijo bajo el cuidado de alguien en quien realmente confíes. Esto te permitirá salir todos los días de tu casa con la certeza y la tranquilidad de que el pequeño está en buenos manos.
El recién nacido es un ser indefenso, por eso requiere de ti una entrega casi total. Pero si vuelves al trabajo, inevitablemente no podrás ocuparte de manera directa de todo. Y esto no te pone en falta ni te hace “peor madre”. Progresivamente, el bebé irá comprendiendo que no todo se satisface en el momento en que lo pide e irá aprendiendo a acompasar sus propios ritmos con los del hogar. De cualquier manera, la situación es compleja en un inicio y por ende exige un encare cuidadoso.
FUENTE: Bienvenido bebé | UNICEF